Amadeo Laborda Gil
Vivió siempre unido al pueblo de su madre, Pedralba, una constante en su obra. Cursó estudios de Filosofía y Letras, pero se dedicó profesionalmente a la restauración y a la recuperación de edificios antiguos. Fue de mentalidad curiosa y humanista. Su afición por la arqueología y la lengua íberas, cuyos restos recogía directamente de los alrededores de su pueblo, le llevó a participar en algunos congresos sobre la materia. Además, trabajó durante un tiempo en diversas productoras de radio y televisión. Su vocación literaria, aunque temprana, dio sus frutos mucho más tarde, pero lo hizo con todo el ímpetu y el acervo de dos novelas sobresalientes: La memoria de tu nombre (Lletra Impresa, 2017) y Zambuch (Olélibros, 2018), que tuvieron muy buena acogida entre el público lector y la crítica. Últimamente se había decantado por la literatura breve, cultivando los géneros del cuento y la poesía, con los que obtuvo numerosos galardones y menciones en el ámbito de la literatura castellana. Sal de mar es su primera obra poética publicada. En ella se aprecia su estilo depurado y sus imágenes desbordantes, una voz de una sensibilidad y originalidad sin concesiones, el verso y la palabra tomados directamente de las gentes y de la tierra que siempre amó y donde yace para siempre.
